miércoles, enero 04, 2006

ye’kuana
Antes, los hombres no conocían el fuego. Una mujer llamada Kawao era su dueña. Kawao escondía el fuego en su estómago y no se lo mostraba a nadie, ni siquiera a su esposo. Cuando estaba sola, se convertía en rana, abría la boca y escupía el fuego debajo de las ollas. Cuando su esposo llegaba, la comida siempre estaba lista. Él le preguntaba: ¿cómo hiciste? Y ella respondía: "puse la comida al sol". Ella lo engañaba y él la creía. Pero ella no sabía que él, cuando salía, se convertía en jaguar.
hiwi
Kúwai, el Creador, hizo el mundo de una sola vez, pero para crear a los hombres tuvo que hacer varios intentos. Primero los hizo de arcilla, pero ésta se desmoronó bajo la lluvia. Probó entonces hacerlos con cera, pero la cera se derritió con el sol. Los hizo por fin de una madera fuerte, y entonces una rata mítica les talló los genitales y les dio la posibilidad de procrear. A los hiwi les fueron dadas dos almas – Yéthi y Húmpe. La primera es invisible y deja al cuerpo mientras duerme, para poder aparecer en los sueños de los demás. La otra, luego de morir, viaja hacia el hogar de Kúwai, donde vive con riqueza y abundancia de comida.

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